Particularmente tenía mis rincones preferidos. Uno era el estanque de los deseos, junto a la Pérgola, siempre pensé que ese rincón lo descubrí yo, de ilusión también se vive. Otro lugar predilecto era el árbol de los enamorados,(en las fotos es el árbol donde se apoya mi bici). Nunca supe si lo bauticé yo o realmente se llama así. Este parque ha sido uno de los escenarios de mi vida. Recuerdo el parque de educación vial donde pasábamos todos los niños de Castellón la revisión de los ojos y donde un policía nos pegaba un rapapolvo si nos saltábamos un ceda el paso con la bici. Recuerdo un primer beso junto al estanque, dije que era una señal porque justo en ese momento pasó un tren. Recuerdo mis largas horas de entrenamiento dando vueltas y vueltas mientras cronometraba el tiempo. Recuerdo algún amanecer, los árboles dejando pasar la luz del sol entre sus ramas. Hasta el día de mi boda estuvo presente el parque, como el mejor de los escenarios. Siempre me ha parecido un sitio especial, con misterio, quizás porque fue un cementerio, el del Calvario, y siguen allí enterrados los muertos. Quizás por sus laberintos de árboles exóticos y centenarios. Quizás porque no hay otro pulmón como este en Castellón. El caso es que entendiendo que en mi cajón de recuerdos es fácil encontrar fotos de momentos vividos en este sitio, entendereis que apoyo cualquier iniciativa destinada a la protección del parque.
Vivir buscando el Norte, esa es mi lucha personal. El norte como horizonte, el norte como infinito, como respiro, como suspiro. El norte como sueño...
viernes, octubre 24, 2008
PARQUE RIBALTA.
Particularmente tenía mis rincones preferidos. Uno era el estanque de los deseos, junto a la Pérgola, siempre pensé que ese rincón lo descubrí yo, de ilusión también se vive. Otro lugar predilecto era el árbol de los enamorados,(en las fotos es el árbol donde se apoya mi bici). Nunca supe si lo bauticé yo o realmente se llama así. Este parque ha sido uno de los escenarios de mi vida. Recuerdo el parque de educación vial donde pasábamos todos los niños de Castellón la revisión de los ojos y donde un policía nos pegaba un rapapolvo si nos saltábamos un ceda el paso con la bici. Recuerdo un primer beso junto al estanque, dije que era una señal porque justo en ese momento pasó un tren. Recuerdo mis largas horas de entrenamiento dando vueltas y vueltas mientras cronometraba el tiempo. Recuerdo algún amanecer, los árboles dejando pasar la luz del sol entre sus ramas. Hasta el día de mi boda estuvo presente el parque, como el mejor de los escenarios. Siempre me ha parecido un sitio especial, con misterio, quizás porque fue un cementerio, el del Calvario, y siguen allí enterrados los muertos. Quizás por sus laberintos de árboles exóticos y centenarios. Quizás porque no hay otro pulmón como este en Castellón. El caso es que entendiendo que en mi cajón de recuerdos es fácil encontrar fotos de momentos vividos en este sitio, entendereis que apoyo cualquier iniciativa destinada a la protección del parque.
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